La tendencia de la que vamos a hablar hoy viene de Corea del Sur, se ha viralizado y ha superado al Glow Skin. ¿Lo habéis adivinado? Es el Glass Skin o cómo lucir un rostro traslúcido, luminoso al natural en 3 sencillos pasos. Y digo sencillos porque Internet se ha llenado de largas listas con más pasos a seguir que temas tiene una oposición. No. No se trata de eso. Para conseguir una piel cristalina, luminosa y saludable que no necesita llevar maquillaje, solo hay que… ¡cuidarla! Solo eso. Vale, quizás un poco más de lo habitual, pero no demasiado más. Tranquila, me he propuesto demostraros lo sencillo que puede llegar a ser y sin necesidad de aprender coreano -aunque me encantaría–. ¿Os apuntáis?
Paso 1 Glass Skin: limpieza en profundidad
Este paso os lo sabéis de memoria, seguro que sí. Para conseguir una Glass Skin perfecta debemos empezar con una limpieza profunda del rostro en función de nuestro tipo de piel. Os dejo un artículo donde tratamos en exclusividad las pieles secas, grasas y mixtas. ¡Conmigo nunca os faltará de nada! Para hacerlo bien, utilizaremos limpiadores de calidad, agua tibia, un buen exfoliante, mascarilla y tónico –sí, los tónicos han vuelto y piensan quedarse–. Para la exfoliación con resultados glass, tengo un truco infalible: vitamina C. Podemos conseguirla, por ejemplo, con el exfoliante C+C Vitamin Scrub de Natura Bissé. Es 0 agresivo con la piel que, además, queda suave, limpia y mucho más luminosa. ¿Queréis otro regalo? También vale para el cuerpo.
En cuanto a la mascarilla, como se trata de ser muy constantes con la limpieza diaria y sé que tiempo es algo que todas buscamos, pero ninguna sabemos dónde lo hemos dejado, os quiero recomendar la Masque Eclat Express à l`Argiles Rouge Formule Intensive de Sisley. Una mascarilla en la que se puede confiar y que solo necesita 5 minutos de actuación. Is it real life?
Paso 2 Glass Skin: hidratar, hidratar e hidratar
Si hemos hecho bien los deberes de limpieza facial, es decir, no hay ni un solo resto de maquillaje o impureza, es el momento de avanzar. El segundo paso para conseguir una Glass Skin consiste en buscar la máxima hidratación de la piel. Para ello, elegiremos un sérum con la cantidad suficiente de activos concentrados que hidraten la piel en las capas más profundas. A continuación, nuestra crema hidratante de siempre. Para las que tenéis el objetivo antiedad como bandera, debéis darle una oportunidad a la crema Nutri-Lumière Jour de Clarins. Está especialmente indicada para pieles frágiles, sin luminosidad y con un aspecto poco sano. ¡A mi no me miréis, que yo me ocupo de mi piel todos los días! ¡Vamos!
Paso 3 Glass Skin: tratamiento al rescate
Estamos en el último paso. ¡Ya hemos llegado! ¿Se os ha hecho corto? De eso se trataba: de no complicarse la vida. El truco final para conseguir una Glass Skin, jugosa, rebosante de vitalidad y buen aspecto, es recurrir a un tratamiento rejuvenecedor profesional. Mi as en la manga es el tratamiento Dreamskin de Dior. De verdad, es perfecto para disfrutar del placer de llevar la piel desnuda… ¡incluso a una cita o al trabajo! Actúa sobre los signos de la edad más visibles para ralentizar el envejecimiento de la piel. Es fácil de aplicar y muy gustosa. Ay, juventud, divino tesoro, ya te fuiste para… volver convertida en uno de mis cosméticos favoritos. ¡Ya me contaréis!
¿Qué os ha parecido? ¿No os apetece poner a prueba vuestra piel y apuntaros al Glass Skin? Para mí es el gran descubrimiento, la gran revolución que lleva al extremo el Glow Skin porque hace mucho más foco en la naturalidad de la piel. Ahora os toca a vosotras contarme qué opináis en Instagram, Facebook o en la web. ¡Hasta la próxima!