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1-.) El iluminador corrige imperfecciones en el rostro y unifica el tono. Es conveniente aplicarlo en las ojeras, aletas de la nariz, comisuras de los labios y por supuesto, el lagrimal. Sus principales características son las siguientes:
– Actúa como reflectante de la luz
– Muestra un tono más claro, aportando luminosidad a tu piel
– Elimina el aspecto apagado del rostro
– Amplia la mirada
– Afina rasgos
Usar un iluminador en un tono demasiado claro puede mostrar un aspecto anti-natural. Si tienes marcas o manchas, el iluminador no las eliminará ni difuminará, solo conseguirá destacarlas más. No lo uses solo con la intención de tapar, su función principal es aportar luminosidad en zonas oscuras de tu rostro.
2-.) El antiojeras permite dar luz en las zonas donde más te interesa y resaltar zonas bonitas del rostro.
Si quieres conocer cuáles son los beneficios y características que lo distinguen del iluminador toma nota:
– Cubre las zonas del rostro que deseas tapas
– Difumina imperfecciones
– Mantiene una tez con un tono uniforme
– Elimina bolsas y ojeras instantáneamente
– Tapa las pequeñas líneas de expresión
El anti-ojeras no debe usarse en exceso. Lo ideal es aplicar el color más parecido al tono natural de tu piel, ni más claro ni más oscuro y siempre lo mejor es aplicar la cantidad justa. ¡No abuses! El corrector corrige, cubre y difumina pero no tiene porque dar luz a tu rostro.
Ahora que tienes claro estas diferencias, podrás lucir un maquillaje perfecto e iluminado de la mejor manera. 😉
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Las diferencias entre un corrector y un iluminador son notables. Dependiendo de si queremos aportar luz, disimular o cubrir alguna mancha o imperfección en el rostro.
El corrector disimula y corrige ojeras, rojeces, manchas, granitos… Normalmente, es mucho más cubriente que un iluminador y se trata en realidad de un maquillaje, pero mucho más rico en pigmento, con lo cual, obtenemos mucha más cobertura. Lo podemos encontrar en distintos formatos tales como fluidos, en barra o compactos.
Lo aplicamos en el contorno del los ojos si queremos disimular ojeras, dando pequeños toquecitos (mejor si no arrastramos el producto) y a continuación, aplicamos nuestro maquillaje habitual.
El iluminador en cambio, nos aportará luz al rostro, con lo cual el efecto será el contrario al corrector y destacará la zona donde lo apliquemos. Las zonas a resaltar, pueden ser la zona inferior a los ojos, debajo de las cejas para alzar la zona, las aletas de la nariz o en las mejillas.
Incluso, podemos emplear conjuntamente los dos productos, empleando siempre el corrector en primer lugar.
Los podemos encontrar en formatos con dosificador en CLICK con pincel o con aplicador (os recomiendo el primero ya que es el más práctico).
Os aseguro que cualquiera de los dos productos puede obrar milagros en el rostro, y borrar el cansancio de una noche sin descanso aparentando que hemos dormido durante 8 horas…