Las manos son, quizá, la parte más obediente de nuestro cuerpo. La única que trabaja incluso cuando estamos tumbados ya sea para coger el mando o para rascarnos el tobillo. Además, pasan mucho tiempo expuestas y, al contrario que la cara, son nuestra mejor herramienta de trabajo. Cuidarlas debería ser nuestra prioridad. Por eso, en este post vamos a ver cuáles son los principales tipos de piel de manos que existen y las cremas que mejor van a cuidar de ellas. La humedad, el frío, el calor o los productos de limpieza son sus principales enemigos. Nuestra misión, paliar sus efectos. ¡Seguimos!

Cuida de tus manos cada día todos los días

Unas manos descuidadas son unas manos deshidratadas, ásperas, rugosas o agrietadas, pero sobre todo son unas manos envejecidas. Para mantenerlas en forma es necesario un cuidado diario que incluya jabones poco agresivos, cremas hidratantes de confianza e incluso darles un cuidado especial por las noches. Este momento crucial al final del día, del que hemos hablado en otras ocasiones como en este post sobre cómo organizar un spa en casa o en este otro sobre la importancia de tener una rutina facial diaria, debemos dedicárselo también a nuestras manos. No nos cansaremos de repetirlo, ¡cansinas nos vamos a llamar!

Una crema para cada tipo de mano

Manos deshidratadas

El frío o nuestra nula dedicación pueden provocar unas manos agrietadas o resecas. Nuestra mejor opción para acabar con la deshidratación serán las cremas con una textura ligera, de rápida absorción y fórmula concentradas, es decir, una crema para llevar siempre encima. CRÈME RÉPARATRICE soin hydratant mains et ongles de Sisley es una de las mejores opciones disponibles en el mercado para hidratar y nutrir las manos. Además, se ocupa de fortalecer las uñas, lo que la convierte en un básico que llevar hasta en el día del juicio final.

Manos estropeadas

Si las manos se ven secas, agrietadas, han perdido su color natural e incluso su textura, entonces, tenemos un problema. No es grave y si parece serlo acudir al dermatólogo ipso facto. Si, por el contrario, sois bastante descuidadas, vivís en lugares de climas extremos, vuestras manos os dan de comer o fregáis y casi podríais no usar estropajo, seguir leyendo. Nuestra recomendación cuando tenemos unas manos estropeadas es incluir tratamientos específicos. Hace poco descubrimos las virtudes de Café Mimí, una marca low cost, orgánica y vegana que nos ha conquistado no solo por su calidad o precio, sino por tener productos tan específicos como Porcelain Hand Mask, una mascarilla para manos con aceite de macadamia que actúa sobre las células de la piel para una regeneración completa. Desde la comodidad de nuestra casa, con nuestra serie favorita puesta y después de la mascarilla, recomendamos aplicar la Crema “Cuidado Nocturno” también de Café Mimí con manteka de karité, uno de los ingredientes más nutritivos que existen y a seguir con la vida.

Para el día a día, para llevar en el bolso, para ese ratito mientras llega el autobús o para tomarte un respiro en el trabajo, no hay mejor amiga que Multi-Intensive de Clarins para luchar contra las agresiones externas, además no es ni grasa ni aceitosa por lo que se absorbe rápido y deja unas manos suaves que dan gusto.

Manos envejecidas

Llega un momento en nuestras vidas en la que nuestro estilo vistiendo o nuestra actitud y forma de pensar pueden disimular nuestra edad, pero las manos… ¡las manos siempre dirán la verdad! Por eso, debemos confiar en cremas que no solo protegan o hidraten, sino que incluyan fórmulas anti manchas y arrugas como LE LIFT de CHANEL. Una crema creada específicamente para preservar la juventud de las manos con ingredientes tan efectivos como la alfalfa o el retinol. Hay marcas que pueden permitirse el lujo de disponer de los mejores equipos y tecnologías para ofrecer siempre productos innovadores, CHANEL es uno de ellos y con esta crema vuelve a demostrar que sigue a la vanguardia en el cuidado de nuestra piel.

Nosotras hemos hecho nuestra parte, ahora os toca a vosotras observar vuestras manos para detectar sus necesidades, atendiendo tanto a los factores externos como internos. Siempre lo decimos, pero el estrés y la alimentación tienen mucho que ver con el estado de nuestros cuerpos, por eso es importante tener siempre una actitud proactiva al cambio. Y si por el camino surgen dudas… ¡ya sabéis dónde encontrarnos!