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Durante diferentes etapas de nuestra vida, la piel sufre cambios provocados por nuestro estilo de vida. Como por ejemplo, si trabajamos en espacios cerrados con calefacción o aire acondicionado, si llevamos una mala alimentación, si tenemos diferentes cambios hormonales o simplemente el estrés de nuestra vida diaria. Todos estos factores, hacen que nuestra piel tienda a deshidratarse y se formen esas anti-estéticas líneas de expresión que tanto nos molestan al mirarnos al espejo, o notemos la piel poco luminosa o con aspecto cansado.
De repente, nuestra crema de tratamiento diario, que siempre nos ha funcionado tan bien, parece que no es suficiente. De modo que, se convierte en necesario complementar nuestro tratamiento con el sérum adecuado.
Los sérums hidratantes, aportan a nuestra piel propiedades que hacen que se conserven durante todo el día los niveles óptimos de hidratación, consiguiendo devolver a las pieles secas y deshidratadas, una mejor elasticidad y un aspecto liso y tonificado. Y no olvides que hay que aplicarlo siempre antes del tratamiento habitual.
Esto es solo un ejemplo de todas las posibilidades que puede ofrecer el uso de un sérum a nuestras pieles.
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