Para que nuestro cutis luzca limpio y luminoso, debemos  tener en cuenta que la limpieza diaria tiene que ser un paso que debemos repetir dos veces al día, por la mañana al levantarnos, y por la noche, sobre todo si nos maquillamos. Si nos acostumbramos a seguir este ritual nuestra piel nos lo agradecerá y todo el tratamiento facial que apliquemos después, penetrará más en profundidad. Nunca!! Debemos irnos a dormir sin quitarnos previamente el maquillaje.

Hay que tener en cuenta que no todos los tipos de piel aceptan los mismos productos desmaquillantes, una piel grasa agradecerá un producto gel-espumoso antes que una fórmula en leche o aceite, ya que estos productos aportarían más grasa a la piel. Sin embargo, una piel seca o muy seca necesitará más hidratación, con lo cual las fórmulas en leche, son ideales para ellas. Las pieles normales a mixtas tienen una gran variedad de productos en el mercado tanto en fórmulas leche desmaquillante como en geles espumosos,¡¡ simplemente hay que elegir el que nos sea más cómodo!!

Después de la limpieza, podemos retirar los restos de impurezas con una loción o tónico adecuado a nuestro tipo de piel, aunque nos parezca que no es imprescindible, hay que decir que es importante para preparar la piel antes del tratamiento.

Se recomienda hacer una exfoliación, es decir, una limpieza profunda con una crema o gel exfoliante para eliminar impurezas y células muertas, al menos, una o dos veces a la semana,! os aconsejo que no lo apliquéis en el contorno de los ojos! ya que la piel de esta zona, es cuatro veces más fina que el resto de nuestro cutis.

Animaos a limpiar vuestra piel cada día, y veréis como en muy poco tiempo, mejora considerablemente.

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