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Es necesario realizar una rutina diaria de cuidados que te ayudarán a evitar que el acné empeore.
- Lávate la cara todos los días apenas te despiertas y justo antes de ir a dormir. Recuerda que la transpiración puede empeorar el acné.
- Para lavar la cara utiliza productos de limpieza elaborados para la piel con acné, productos especiales que limpian los poros obstruidos, reducen la inflamación y el enrojecimiento.
- Frota suavemente la cara y enjuaga.
- Evita utilizar esponjas o paños que puedan irritar la piel.
- Una vez que has lavado correctamente el rostro coloca la crema hidratante adecuada a tu tipo de piel.
- Por último aplicar protector solar con SPF15 o más, para resguardar la piel del sol.
Si padeces de acné no puedes dejar de tener en cuenta que la limpieza de la piel forma parte del tratamiento para combatirla y eliminarla. Por ello, ten en cuenta estas sugerencias que podrán ayudarte a tener una mejor piel. 🙂
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Los pasos que debes seguir para obtener un cutis radiantes son los siguienetes:
1. Hidrata
Procura beber abundante agua todo el día. Lo ideal es beber una media de 2 litros diarios.
2. Limpia y desmaquilla
Utiliza un desmaquillante apropiado para eliminar los restos de maquillaje y los restos de grasa en tu piel. Lo mejor es que utilices uno bifásico y que se adapte a los maquillajes de larga duración, para limpiar a fondo tu rostro.
A continuación, utiliza un gel o leche limpiadora. Lo más recomendable es usar jabones neutros, evitando sustancias químicas que cambien el PH de nuestra piel.
3. Tonifica
Cuando ya hayas limpiado tu rostro, tonifícalo. ¿Cuál es la utilidad del tónico? Gracias a este producto, podrás estabilizar el exceso de sebo, cerrar tus poros y refrescar tu piel. ¡Verás que sensación de confort obtienes!
4. Aplica una crema de noche
Por último, no te olvides de aplicar tu crema nutritiva de noche antes de dormir. Utiliza la crema que mejor se adapte a tus necesidades…primeras arruguitas, sequedad, firmeza…
¡Es importantísimo cuidar la piel también por la noche! 😉
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Todas queremos tener una piel mate pero luminosa, aunque en ocasiones esa luz se convierte en brillos y acabamos mostrando una piel grasa, con exceso de sebo y muy difícil de matizar.
Para ello, primero hay que limpiar bien el rostro cada mañana y utilizar un buen tónico para reducir el tamaño del poro y reducir la segregación de grasa en tu piel. También, puedes optar por aplicarte una mascarilla facial una vez por semana y utilizar la crema adecuada, una buena hidratante que matice tu rostro y lo mantenga resplandeciente.
A continuación aplica una base de maquillaje para cubrir tus imperfecciones y unificar el tono. Elije una base adecuada a tu tippo de piel, por ejemplo, si tienes la piel seca, usa un fondo de maquillaje fluido e hidratante; si tu piel es muy grasa o tienes granitos, utiliza bases libres de aceites. Puedes dar un toque final con polvos traslúcidos, que fijen tu maquillaje por más tiempo y muestren un rostro unificado y mate. Y procura no aplicar demasiado producto ¡¡intetamos buscar un look lo más natural posible!!.
Si tienes exceso de brillos, prueba a usar papeles anti-brillos, son muy cómodos de aplicar y puedes llevarlos en el bolso a cualquier sitio. Puedes usarlos encima de tu maquillaje, en las zonas más afectadas y observarás como los brillos desaparecen de forma efectiva.
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En ocasiones, nuestro rostro refleja pequeñas marcas provocadas por el acné juvenil. Para corregirlas hay que utilizar un corrector que atenuará sombras e imperfecciones, iluminando las zonas de sombra. Hay que aplicarlo por las áreas de rostro que quieres difuminar.
A continuación, utiliza una base de maquillaje cubriente. Para finalizar, es aconsejable que utilices unos polvos que maticen tu maquillaje y consigan que permanezca inalterable por más horas, unificando tu rostro. ¡Así conseguirás una piel con cero defectos y cero granitos!
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Para que nuestro cutis luzca limpio y luminoso, debemos tener en cuenta que la limpieza diaria tiene que ser un paso que debemos repetir dos veces al día, por la mañana al levantarnos, y por la noche, sobre todo si nos maquillamos. Si nos acostumbramos a seguir este ritual nuestra piel nos lo agradecerá y todo el tratamiento facial que apliquemos después, penetrará más en profundidad. Nunca!! Debemos irnos a dormir sin quitarnos previamente el maquillaje.
Hay que tener en cuenta que no todos los tipos de piel aceptan los mismos productos desmaquillantes, una piel grasa agradecerá un producto gel-espumoso antes que una fórmula en leche o aceite, ya que estos productos aportarían más grasa a la piel. Sin embargo, una piel seca o muy seca necesitará más hidratación, con lo cual las fórmulas en leche, son ideales para ellas. Las pieles normales a mixtas tienen una gran variedad de productos en el mercado tanto en fórmulas leche desmaquillante como en geles espumosos,¡¡ simplemente hay que elegir el que nos sea más cómodo!!
Después de la limpieza, podemos retirar los restos de impurezas con una loción o tónico adecuado a nuestro tipo de piel, aunque nos parezca que no es imprescindible, hay que decir que es importante para preparar la piel antes del tratamiento.
Se recomienda hacer una exfoliación, es decir, una limpieza profunda con una crema o gel exfoliante para eliminar impurezas y células muertas, al menos, una o dos veces a la semana,! os aconsejo que no lo apliquéis en el contorno de los ojos! ya que la piel de esta zona, es cuatro veces más fina que el resto de nuestro cutis.
Animaos a limpiar vuestra piel cada día, y veréis como en muy poco tiempo, mejora considerablemente.





