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Acaba de empezar el año y un buen propósito para este año, sería cuidar nuestra piel ya que van pasando los años y nuestro rostro cada vez se muestra menos joven. Así que, ¿por qué no comienzas a darle a tu piel todos los mimos que necesita?
Toma nota de los pasos básicos que deberás llevar a cabo para mantenerla elástica e hidratada. Cuídate por dentro y por supuesto por fuera.
1. Limpieza
Lo primero que debes hacer es limpiar tu piel a diario. Para ello, jabón limpiador, que no irrite la piel ni la reseque y a continuación aplica una leche limpiadora y un tónico refrescante para cerrar el poro.
Por la noche, repite la operación, pero además, desmaquilla tu rostro con un algodón con desmaquillante. Verás cómo tu maquillaje desaparecerá en segundos y tu piel estará suave y radiante.
2. Hidratación
Una vez que tu piel esté completamente limpia, llega el momento de hidratarla. Para ello, utiliza una crema según tu tipo de piel, ya sea normal, mixta, grasa o seca. Lo ideal es, que primero apliques un sérum por todo el rostro, luego un contorno de ojos y para finalizar una crema hidratante. Durante el día, procura que la crema que apliques tenga un alto factor de protección solar y por la noche, opta por una crema específica y nutritiva.
3. Exfoliación
¡Con la hidratación no acaba todo! Una vez a la semana, es muy importante exfoliar también la piel de tu rostro. Para ello, desmaquilla tu rostro y aplica un jabón suave exfoliante con movimientos circulares y luego retira el exceso de producto con agua tibia. Después de este paso, la piel queda mucho más suave y delicada.
¡Proponte seguir estos pasos a diario y tu piel con el paso del tiempo te lo agradecerá!
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Es un gel limpiador ultra suave con elementos exfoliantes que disuelve rápidamente el maquillaje sin arañar la piel.
Aunque la limpieza se realice en profundidad, siempre quedan algunas zonas de difícil acceso. Hay que aplicarlo por las noches, realizando un suave masaje sobre la piel y después aclararlo bien con agua.
El primer paso de una limpieza suave consiste en trabajar la espuma hasta obtener una textura muy fina que permita limpiar el rostro tras comprobar su elasticidad.
La cantidad de producto que hay que utilizar son 3 ml. Esta cantidad puede variar en un poquito más, pero aconsejo utilizar 3 ml porque es suficiente, y así el producto nos durará más tiempo. Una vez utilizado el producto, veréis como la piel queda perfectamente preparada para la posterior aplicación del tratamiento habitual.
¡Recordad que un buen sistema de limpieza es fundamental para una piel sana, limpia y luminosa! 😉