Cuando finaliza el día, antes de irnos a dormir, desmaquillamos nuestro rostro, luego lo limpiamos y tonificamos y aplicamos nuestro tratamiento de noche, dejando una piel limpia e hidratada.
Estoy segura de que muchas de vosotras en más de una ocasión, os habéis saltado vuestro ritual de limpieza y os habéis ido a la cama sin desmaquillar ni limpiar el rostro. Pues mal!!! No debéis olvidar que solo tenemos una piel y que si no la cuidáis día a día, con el paso del tiempo os arrepentiréis.
Es muy importante desmaquillar tu piel diariamente y no solo por los restos de maquillaje sino por la suciedad acumulada al cabo del día. Para ello, os recomiendo seguir a diario estos pasos de limpieza:
1º.- Lo primero desmaquilla tu rostro con un desmaquillante específico que elimine los restos de maquillaje y suciedad.
2º.- Debes tener en cuenta limpiar tu rostro con un jabón suave o leche limpiadora.
3º.- Empapa un disco de algodón con un tónico que te ayudará a cerrar el poro.
4º.- Y para finalizar, aplica tu tratamiento de noche habitual específico para tu tipo de piel y tus necesidades.
Insisto en que la limpieza es el primer paso y una parte fundamental del tratamiento, porque de nada sirve utilizar cualquier producto de tratamiento para el rostro, si antes no limpiamos y preparamos la piel para que esos productos que vayamos a aplicar posteriormente penetren correctamente.
Di adiós a la pereza y saluda a la constancia a la hora de limpiar y desmaquillar tu rostro. Verás qué cambio!!!! 😉